Consejos Saludables para Mamás sobre Cómo Manejar las Rabietas de tus Hijos
- Sasha Anton

- Aug 26, 2024
- 5 min read

Como mamás, todas hemos estado allí—esos momentos en los que parece que nuestros pequeños son tomados por una tormenta emocional, dejándonos sintiéndonos impotentes y frustradas. Las rabietas son una parte natural de la infancia, pero pueden ser difíciles de manejar, especialmente cuando estamos lidiando con mil otras cosas. La buena noticia es que hay formas saludables y efectivas de manejar estos arrebatos que pueden ayudar tanto a ti como a tu hijo a navegar las olas emocionales con más suavidad. Aquí tienes algunos consejos para ayudarte a manejar las rabietas con paciencia y cuidado.
1. Mantén la Calma y la Compostura:
La rabieta de tu hijo no es un reflejo de tu capacidad como madre. Cuando te mantienes calmada, estableces el tono para la situación. Respira profundamente, cuenta hasta diez, o aléjate por un momento si es necesario. Tu calma ayudará a tu hijo a sentirse seguro y comprendido, incluso en sus momentos más intensos.
2. Reconoce Sus Sentimientos
Los niños a menudo tienen rabietas porque se sienten incomprendidos o ignorados. Ponte a su nivel, haz contacto visual y reconoce sus sentimientos. Di algo como: “Veo que estás realmente molesto ahora” o “Sé que estás frustrado porque…”. Esto les ayuda a sentirse validados y, a veces, puede desactivar la situación.
3. Establece Límites Claros y Consistentes
Aunque es importante ser empático, también es igualmente importante establecer límites claros. Hazle saber a tu hijo que está bien sentirse molesto, pero que ciertos comportamientos—como golpear o gritar—no son aceptables. Sé consistente con estos límites para que tu hijo sepa qué esperar.
4. Ofrece Opciones
Darle a tu hijo un sentido de control puede ayudar a reducir la intensidad de sus emociones. Ofrece opciones simples, como “¿Te gustaría jugar con tus bloques o leer un libro?”. Esto les da poder para tomar decisiones y puede redirigir su enfoque lejos de la rabieta.
5. Usa la Distracción
A veces, la mejor manera de manejar una rabieta es distraer a tu hijo. Involúcralo en una nueva actividad o redirige su atención hacia algo que disfrute. Esto puede cambiar rápidamente su estado de ánimo y ayudarlo a olvidar lo que le molestaba.
6. Practiquen la Respiración Profunda Juntos
Enséñale a tu hijo ejercicios de respiración simples que puedan usar para calmarse. Muéstrales cómo inhalar profundamente por la nariz y exhalar por la boca. Practicar esto juntos puede ser una forma divertida y efectiva de manejar las emociones.
7. Proporciona un Espacio Seguro
Crea un rincón de calma o un espacio seguro en tu hogar donde tu hijo pueda ir a calmarse. Llénalo con objetos reconfortantes como un peluche favorito, una manta acogedora o música relajante. Anímalo a ir allí cuando se sienta abrumado.
8. Reflexiona sobre la Rabieta Después
Una vez que tu hijo se haya calmado, toma un momento para reflexionar sobre lo que sucedió. Habla con ellos sobre sus sentimientos y discute mejores formas de manejar situaciones similares en el futuro. Esto les ayuda a aprender de la experiencia y desarrolla su inteligencia emocional.
9. Cuida de Ti
Manejar rabietas puede ser agotador, por lo que es crucial cuidar de tu propio bienestar emocional. Dedica tiempo al autocuidado, ya sea una caminata corta, leer un libro o simplemente tomar unos minutos para respirar. Cuando estás bien descansada y emocionalmente equilibrada, estás mejor preparada para manejar los arrebatos de tu hijo.
10. Busca Apoyo Cuando Sea Necesario
Si las rabietas se están volviendo abrumadoras o te cuesta manejarlas, no dudes en buscar apoyo. Ya sea hablando con una amiga de confianza, uniéndote a un grupo de madres o consultando a un psicólogo infantil, buscar ayuda es una señal de fortaleza, no de debilidad.
Qué No Hacer y Por Qué
Si bien existen muchas estrategias positivas para ayudar a manejar las rabietas, también hay ciertas acciones que debes evitar. Estas pueden empeorar la situación o tener efectos negativos a largo plazo en el desarrollo emocional de tu hijo.
1. No Cedas
Yo he sido culpable de esto muchas veces! Es difícil, lo se! pero no lo hagas! Cuando tu hijo hace una rabieta para obtener algo que quiere, ceder puede parecer la forma más fácil de detener el arrebato. Sin embargo, esto les enseña que las rabietas son una forma efectiva de obtener lo que desean, reforzando el comportamiento. En su lugar, mantente firme en tus límites mientras muestras empatía por sus sentimientos.
2. No Grites ni Pierdas el control
Responder a una rabieta con enojo solo escala la situación. Puede asustar más a tu hijo y le enseña que gritar es una forma aceptable de manejar emociones fuertes. Mantener tu voz calmada y controlada ayuda a des-escalar la situación y así darás el ejemplo de una buena regulación emocional.
3. No Ignores Completamente a tu Hijo
Si bien es importante no ceder, ignorar completamente a tu hijo durante una rabieta puede hacer que se sienta abandonado e incomprendido. En su lugar, ofrece consuelo y apoyo sin recompensar el comportamiento de la rabieta. Hazles saber que estás allí para ellos cuando estén listos para calmarse.
4. No los Sobornes para que Se Calmen
Ofrecer un dulce o un juguete para que dejen de hacer una rabieta puede parecer una solución rápida, pero puede crear un ciclo en el que tu hijo espere una recompensa cada vez que se enfade. Esto socava la lección de que las rabietas no son una forma apropiada de expresar la frustración. En su lugar, enfócate en enseñarles formas más saludables de comunicar sus sentimientos.
5. No lo Tomes Como Algo Personal
Es fácil sentirse frustrada o incluso avergonzada cuando tu hijo hace una rabieta, especialmente en público. Sin embargo, tomártelo como algo personal puede llevarte a reaccionar exageradamente o volverte demasiado severa. Recuerda, las rabietas son una parte normal del desarrollo infantil. Mantén el enfoque en guiar a tu hijo a través del momento en lugar de preocuparte por lo que piensen los demás.
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Este libro es esencial para entender cómo se desarrolla el cerebro de tu hijo y cómo puedes usar ese conocimiento para ayudarle a manejar sus emociones y comportamiento de manera más efectiva.
Esta es una guía práctica que complementa "El cerebro del niño", enfocándose específicamente en estrategias de disciplina que nutren y enseñan en lugar de castigar, ayudándote a manejar las rabietas de manera más pacífica.
Este libro te ayudara a mejorar la comunicación con tu hijo, lo cual es clave para prevenir y manejar las rabietas al hacer que tu hijo se sienta comprendido y valorado.
Las rabietas son una parte normal de la infancia, y con las estrategias adecuadas, puedes ayudar a tu hijo a navegar estos momentos desafiantes de manera saludable. Al mantener la calma, establecer límites claros y enseñar a tu hijo a regular sus emociones, no solo manejarás las rabietas de manera más efectiva, sino que también construirás un vínculo más fuerte y resistente con tu pequeño. Recuerda, no estás sola en este viaje—todas las mamás enfrentan estos desafíos, y juntas, podemos manejarlos con gracia y amor y asi criaremos humanos que se convertirán en adultos emocionalmente inteligentes.
